Paseo vacacional.

Año tras año me las ingenio para fabricar el espacio-tiempo que me permita subir al vehículo los trastos de camping e iniciar la marcha hacia algún destino mas o menos cierto de nuestro país.

Siempre acompañado de mi mujer y casi siempre de mis hijos, planeamos destinos que nos permitan descubrir nuevas geografías.

Los primeros días del 2010 partí desde Santa Rosa hacia Real del Padre (Mza.), a buscar el resto de la familia y desde allí partimos.

La primer parada fue el parque Las Quijadas en la provincia de San Luis para quedarnos maravillados por un paisaje árido y majestuoso, dueño del rojo, trabajado a viento y agua a traves de milenios. Luego del paseo la ruta elejida nos lleva a San José de Jachal, donde acampamos en el parque municipal.

Tinogasta fué nuestro siguiente destino; el camping "Los Olivos" coqueto, agradable y cómodo, donde Monique y Carlos se aseguran que no te falte nada y son activos militantes comprometidos con la lucha anti mina de uranio, que pretende instalarse en esos lares. El valle interminable adornado de piedras y dunas, salpicado de termas (Fiambala y Tinogasta). Ruinas diaguitas tardemente protegidas, cañones y quebradas.

De ahí a tierras tucumanas. Tafí del Valle y El Mollar, con un paisaje sobrecogedor, rico, húmedo, fresco, difundido, visitado, explotado. Ofrece cientos de alternativas. Para visitar al menos una vez en la vida.

Las ruinas de los Quilmes ya camino a Salta, nos trasladaron a un pasado invadido de conquistas.

El camino en éstas zonas es siempre para disfrutar, y aunque las distancias fueron largas siempre se amenizaron con paradas de interés personal (admirar el paisaje, merendar, fotografiar, mirar animales, etc.).

De la ciudad de Salta no voy a descubrir nada, ya ha sido bautizada "la linda" y es un apodo que le cabe. Además pude llevar a mi hijo por primera vez a la cancha a ver un partido de futbol de primera.

Un par de días después la quebrada de Humahuaca fué el destino más norteño del viaje. Una cabaña en Humahuaca nos albergó inundados de un paisaje único. Se disfruta historia por allí, la gente amable y ya no tan inocente, guarda su distancia pero te atiende con prontitud y cordialidad. El festival del queso de cabra en el chorrillo nos gratificó de costumbres autóctonas y copleras, enseñando el respeto a una forma de ser y de vivir.

Un regreso largo nos esperaba. San Miguel de Tucuman sin omitir el paseo por la posta de Yatasto, o el intento por acampar en El Cadillal fallido por una tormenta de viento y agua; nos cobijó con su calor húmedo e insistidor. Tampoco de ésta ciudad tan rica en la historia argentina voy a descubrir nada nuevo, sólo la disfrutamos.

En camino a Anillaco, otro punto elegido para el descanso y por la incógnita que nos representaba el lugar del caudillo frustrador; al parar en una estación de servicio en Catamarca, percibimos claramente un temblor de tierra con epidentro al SO de la prov. de Tucumán, muy cerca de dónde nos tocaba estar en ése momento.

San Agustín del Valle Fertil. Ultimo de los destinos vacacionales, allá al sur de Ischigualasto, en la San Juan minera, gente que vive despacio, que crece, sobrado el lugar de visitantes, con vericuetos a descubrir, con chivitos (cabritos) exquisitos. Avivados por su lejanía de todo se nota cierto abuso en los precios de comestibles. Si bien es cierto que el turismo se ha convertido en el principal ingreso del lugar, no debería haber servicios tan faltos y descuidados como los sanitarios del camping municipal. De igual manera se puede disfrutar comodamente del pueblo y sus alrededores secretos e ignorados, encantadores. Ojo! está bueno visitar San Agustín, las críticas son siempre constructivas.

Un par de paradas por San Martín y Real del Padre en Mdza. a visitar cuñados y suegra, probar el vino que sólo se consigue allí y no en las góndolas del país, chusmear, discutir el país, su política, ser atendido como rey y descansar, hasta que al fín desandar el camino a Sta Rosa no sin antes armarse de un chivito de Santa Isabel (para mí, el mejor de todos consecuencia de los verdes que lo alimentan, en especial la jarilla).

Mucho es lo observado y en cuestiones sociales, generales y regionales; me detendré en un futuro para entregarles mi punto de vista. Lo que sí es cierto es que éste es un país mas dinámico, productivo, alegre, visitado y viajado, de crecimiento social y lugareño; con respecto a un viaje similar de hace 6 años atras.

El país que vale la pena vivir.