jueves, 19 de noviembre de 2009

De héroes a villanos, y viceversa.

Desde los primeros tiempos del hombre la traición fué parte de su historia.

Hubo traidores buenos y traidores malos.

Jesus mismo traicionó la doctrina judaica y le costó la vida.



Los traidores de hoy son mas atenuados, menos especiales o menos extraordinarios, aunque traidores al fin.



Durante el primer mandato de Carlos Menem, era incesante el número de extrapartidarios que se sumaban a sus huestes al punto que rápidamente desapareció la UCD coptada integramente por el menemismo. Chacho Alvarez, Germán Abdala, Luis Brunatti, Juan Pablo Cafiero, Darío Alessandro (padre), entre otros; formaron el grupo de los 8 y un bloque aparte a partir del indulto de Menem a los militares genocidas.



En el triunfo de la Alianza, un Alvarez cada vez más abrumado por la dirección totalmente contraria a la plataforma electoral del gobierno (presupuesto de ajuste, modificaciones a la ley previsional, recortes a educación ciencia e investigación y sobornos vergonzantes para lograr leyes de ajuste) pega un portazo que lo aleja casi definitivamente de la política.



El proyecto transversal de Nestor Kirchner, sufre un duro revés cuando a sólo 6 meses de asumido el gobierno de Cristina Fernandez debió el vicepresidente Cobos desempatar en un proyecto de ley elaborado por el poder ejecutivo del gobierno que él integra, que modificaba las alicuotas por exportaciones de comodities. Por supuesto no acompaña a su gobierno.



Los medios de comunicación se encargaron en todos los casos de "los traidores".

Los díscolos del grupo de los 8.

El cobarde chacho.

El héroe Cobos.



Así quedaron instalados en la sociedad.



Así un cuadro ideológico de compromiso político como Alvarez es "descartado". Otro como Cobos, por saltimbanqui y sólo por 5 palabras televisadas recobra su lugar en la UCR de donde había sido expulsado de "por vida", y un favor mediático inusitado.



Uno por coherencia, otro por incoherencia.



Y hay Borocotos, Solás, Garcías, o Colombis.



Buenos o malos depende a quien traicionen.



Como te lo dicen bien masticado los medios de opinión (perdon: de comunicación)

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