Esperanzas y realidades.

Como las historias personales pueden ser un termómetro de la realidad:
Tengo a mi vieja viuda desde 1983. La súbita muerte del tano de mi viejo le dió una pensión en el régimen de reparto.
Años más tarde (1991), el Estado italiano le otorgó otra pensión gracias al inestimable gesto de un ex-patron de mi viejo en Italia, que a los 90 años hizo los trámites y pagó aportes de los años 50 lo necesario para que mi vieja pudiese tener su pensión italiana.
El primer cobro de la pensión extranjera fué de US30.000.- mi vieja por primera vez en su vida se compró un auto y terminó de pagar la casa. Cada mes recibía 530euros mas la pensión nuestra que daba risa.
Mi mamá nunca le dió demasiada bola a lo que ocurría con la pensión argentina ya que estaba "salvada" con la italiana.
Hace cuatro años recibió la primera sorpresa: le pelaron de un saque 200 euros, pero tampoco le dió demasiado bola ya que gracias al gobierno pudo jubilarse y veía sus haberes compensados. El año pasado los tanos le pelaron otra vez la pensión (hoy de 210euros).
Hoy cobra el doble del regimen de reparto argentino que lo que recibe de pensión italiana.
La vieja pasea, emprendió un negocio de esos que hay que vender productos, no saca el traste del auto y es feliz.
Ni se te ocurra criticarle a Nestor y Cristina porque se le sube la presión y te larga todo el vómito de su decepción menemista (otrora su ídolo) y la inesperada esperanza y realidad K.